Algunos individuos desconocen que sufren una deformación de la córnea. Si bien suena como una situación bastante compleja para el ojo, es bastante común. Oftalmológicamente, este concepto se conoce como astigmatismo.
Generalmente, el astigmatismo se corrige a través de lentes y lentes de contacto. Sin embargo, la cirugía Lasik hace prescindir de estas soluciones que muchas veces se tornan incómodas.
La imagen borrosa que genera el astigmatismo se forma porque los rayos de luz que llegan al ojo no se unen en un punto en la retina, debido a que su curvatura es irregular. Así, cuando los rayos de luz atraviesan la córnea, se forman dos focos o más, distorsionando la imagen.
Ciertos expertos caracterizan la forma de estas córneas como una pelota de fútbol americano, más que una esfera. Generalmente, el astigmatismo es congénito y hereditario.
Mientras más débil es la deformación, menos detectan quienes la sufren. Frecuentemente, la deformación se percibe recién desde una cifra de 0,75 dioptrías. Para medir el astigmatismo se utiliza esta unidad de medición.
Fuente: terra