El esfuerzo físico que implica el deporte no solamente influye en los músculos: los ojos también indican señales cuando son sometidos a situaciones de cansancio.
Las lágrimas artificiales es uno de los métodos aconsejados más habituales para aliviar la fatiga visual. No obstante, un estudio realizado por la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) indica que a estas se le suma el café consumido en cantidades moderadas.
Los científicos obtuvieron esta conclusión después de haber estudiado a ciclistas entrenados, a quienes se les solicitó hacer tres horas de bicicleta fija.
Los participantes se dividieron en dos grupos. Uno de estos tomaron una cantidad de cafeína equivalente a la que poseen dos tazas de café, mientras que otros consumieron (como placebo) café descafeinado.
Analizando el movimiento de los ojos a través de un sistema de seguimiento ocular (tracking-eye), los expertos indicaron que en el segundo grupo el ejercicio intenso generó un desequilibrio de los neurotransmisores (sustancias químicas que mandan señales entre las células cerebrales), lo que derivó en una reducción en el movimiento rápido de los ojos.
En los participantes que ingirieron bebidas con cafeína, en contraste, ese equilibrio se restableció, lo que incidió en una mejora en los movimientos oculares. Esto no ocurrió entre los que tomaban café descafeinado, por lo que se descartó el efecto placebo.
Nicholas Gant, líder de la investigación, explicó que “las vías neurológicas que controlan los movimientos de los ojos parecen ser nuestro eslabón más débil (…) Este es el primer estudio que demuestra cómo el control de los movimientos oculares se ve comprometido luego de un ejercicio fatigoso.»