Opel pretende que las luces de un automóvil alumbren donde los ojos enfocan su atención. Durante dos años, la marca ha desarrollado una tecnología con la capacidad de reconocer el movimiento visual, sistema que puede interpretar hacia dónde se está mirando para saber cuál es el área donde hay que alumbrar con más intensidad.
Luego de la revolución de la tecnología LED y láser, en Opel piensan que la ruta a seguir es el análisis de los ojos, una opción que desea llegar al mercado antes de 2020 como una asistencia definitiva a cualquier sistema de iluminación.
El seguimiento visual se está transformando en una materia de análisis bastante interesante para los fabricantes. Al reconocer la trayectoria de nuestros globos oculares, el vehículo puede saber dónde estamos observando, dando la posibilidad de adaptar el rango de iluminación.
¿Cómo funciona? La tecnología de reconocimiento está basada en una cámara de video con la capacidad de monitorear en tiempo real nuestro rostro y ojos. Captando referencias de ojos y nariz para determinar el enfoque, este sistema puede saber la distancia y rango de iluminación requerida para alumbrar donde se está mirando.
No obstante, el sistema no solamente va a enfocar donde miremos, sino que además va adecuar el haz de luz proyectado hacia sitios donde está enfocada la vista.
El aspecto más complejo del desarrollo de esta tecnología ha sido la velocidad de procesamiento de datos, un punto de gran relevancia que necesita una capacidad de este tipo muy alta por la velocidad en que el ojo cambia de enfoque.
La compañía diseñó el sistema desde un retardo forzado en la proyección lumínica, una iniciativa que pretende que el sistema reconozca áreas y no puntos determinados de observación. Esto deriva en que la tecnología actúa solo en zonas donde necesita una dosis extra de iluminación, previniendo un funcionamiento equivocado.