En torno a un gran dilema acerca las consecuencias sociales y éticas de lo que tendría este hecho, la serie británica “Black Mirror” exhibe una primera aproximación de lo que un equipo científico desea hacer realidad: transformar el ojo humano en una pseudocámara de alta definición. Con esta se podría tomar fotografías, grabar y reproducir videos gracias a una conexión wi-fi.
Esta iniciativa, propia de una historia de ciencia ficción, pretende comenzar a utilizarse en enero de 2027. En su primera etapa, el proyecto denominado “Eye” buscaba la manera de permitir que personas invidentes o problemas visuales considerables pudieran recuperar su visión. Sin embargo, la meta se fue ampliando en base a la idea de incrementar el sentido de la vista, incluyendo mas funcionalidades.
La web del proyecto, en un estudio, indica que en un futuro los avances en esta tecnología permitirán imprimir partes del cuerpo orgánicas y funcionales, lo que dará la posibilidad de reemplazarlas o mejorar su rendimiento estándar.
Los creadores del innovador producto generaron tres prototipos con diferencias en sus funcionalidades:
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El modelo básico, llamado “Eye Heal”, reemplaza la funcionalidad estándar del globo ocular, brindando una solución a las afecciones oculares severas.
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El tipo intermedio prevé poseer una “hiper-retina”, la que agudiza la visión de un 10 a 15%. Además, incorporaría la posibilidad de filtrar la vista al estilo de Instagram.
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Por último, el modelo más avanzando (“Eye Advance”) pretende- además de tener todas las funciones anteriores- grabar y compartir esta experiencia de visión mediante el wi-fi.
Si el proyecto llega a transformarse en realidad, la instalación de estos ojos necesitará una única intervención quirúrgica, donde el mayor problema será la correcta conexión entre el artefacto impreso en 3D y el sistema nervioso. La operación no se repetiría si se requiere ampliar las funciones: para esto, solo habría que consumir una píldora.
Habrá que esperar más de una década para saber si esta idea revolucionaría se llevará a cabo, o simplemente, quedará en la ficción.