Sin duda una de las emociones más expresivas es el miedo, cuando nos asustamos es imposible que nuestro rostro no reaccione, sin embargo, ¿Tiene esta reacción algún motivo o explicación?
Una nueva investigación de la Universidad de Cornell (EEUU), detalla en la revista Psycological Science, el motivo por el que nuestros ojos se abren cuando tenemos miedo y por qué se estrechan o cierran cuando algo nos molesta.
Daniel Lee, psicólogo de la Universidad de Toronto se hizo la pregunta de cuál es el punto en abrir tanto los ojos y levantar las cejas hasta el techo cuando tenemos miedo. Lo primero que exploró, junto con sus colegas, fue si esa expresión efectivamente nos ayuda a ver mejor.
Ambas expresiones faciales tienen su origen en las respuestas emocionales de nuestros ojos ante distintas situaciones. Cuando nuestros ojos se abren más de lo normal, como cuando algo nos asusta, se debe a que nuestro campo visual se amplía y también lo hace nuestra sensibilidad ocular, esto funciona como mecanismo de defensa y así poder identificar mejor lo que nos rodea.
Por el contrario, cuando nuestros ojos se cierran cuando estamos enojados, estos lo hacen para bloquear la luz y enfocar en un punto que determina el origen de nuestro descontento.
La investigación afirma que ambas reacciones vienen de la adaptación a los estímulos de nuestro entorno y no como señales de comunicación social, es decir que las expresiones faciales tienen como función aprovechar las propiedades de la luz dependiendo de la situación.
Como resultado, cuando estamos asustados las emociones configuran lo que vemos antes de que se produzca la codificación visual por parte del cerebro.