Científicos de la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, crearon un videojuego del tipo “Pacman” para mejorar la visión de personas que padecen de ojo vago. De esta manera, el tratamiento pretende mejorar, especialmente, la incorrecta percepción de la profundidad.
Esta adaptación del reconocido videojuego creado por la compañía Namco, en 1980, exhibe grupos de líneas con distinta orientación. Los usuarios usan anteojos especiales en 3D capaces de filtrar las imágenes para cada ojo, de forma que el ojo más “débil” trabaje más.
El entrenamiento incide en las señales que los ojos mandan el cerebro, justo donde se genera este trastorno. De esta forma, el método restaura el balance entre los dos gobos oculares, para que no exista un órgano dominante sobre el otro. Así, se mejora la percepción en profundidad.
Lo primordial de este juego radica en que, si bien los dos ojos se estimulan, el más débil se expone a imágenes más complejas, por lo que generan un estímulo también más complejo. Es decir, se le “obliga a trabajar”.
Para conseguir esto, el ojo dominante solamente ve líneas horizontales que crean el fondo. Por su parte, el débil observa discos, rellenos de líneas diagonales, verticales u horizontales, encima de este mismo fondo horizontal. De esta manera, el ojo vago debe hacer un sobreesfuerzo para poder jugar.
La técnica impulsa que los dos ojos interactúen, pero suprimiendo el control que realiza el ojo dominante.
Mientras los participantes se van familiarizando con el videojuegos, los científicos pueden complicar las labores o colocar una duración más breve.
El ojo vago o ambliopía es un desorden de la infancia, que surge cuando las vías neuronales de uno de los dos globos oculares no se desarrolló, por lo que manda imágenes borrosas al cerebro. Este desequilibrio visual conlleva a una percepción de la profundidad deficiente, que es proporcional con el grado del trastorno.