Según una investigación realizada por la Fundación Rementería de España, una de cada cuatro mujeres señalan haber sufrido un problema en ojos ojos – como conjuntivitis u otras irritaciones- debido al maquillaje.
La totalidad de las mujeres analizadas que se maquillaron alrededor de los ojos, mostraron restos de cosméticos en la película lagrimal. Esta situación puede derivar en problemas en la vista, especialmente para quienes lo utilizan durante toda su vida.
El maquillaje puede ser aún más nocivo en las personas que usan lentes de contacto, ya que aumentan las probabilidades de infecciones, irritaciones y ojo seco. De las mujeres que usan delineador, la mitad lo utilizaban en la base de las pestañas y la otra mitad por dentro de las mismas, donde el globo ocular se expone más a distintos problemas oculares. Por ende, el delineador, la sombras y el rímel siempre deben ser aplicados por fuera de la pestaña.
Los elementos desmaquilladores pueden ser más peligrosos que el mismo cosmético, porque los disolventes producen alteraciones en la lágrima. Asimismo, quitarse el maquillaje con estos artículos por muchos años genera laxitud en el párpado, provocando mayor cantidad de arrugas. Asimismo, puede que el párpado se estire hacia afuera, hacia adentro o que se desarrollen bolsas.
El rímel que tiene como función proporcionar a las pestañas una apariencia más larga posee fibras de nylon que se adhieren a las mismas, lo que puede causar una sensación de cuerpo extraño o incomodidad durante el día, especialmente cuando el producto posee compuestos nacarados.
Por otra parte, una investigación sueca publicada en el International Journal of Cosmetic Science se analizaron siete máscaras o clases de rímel, donde dos de estas arrojaron un enrojecimiento de la piel cuando se administraba en una piel normal. Su fórmula se basaba en una emulsión convencional con estearato como emulsificador primordial, una sustancia irritante que podría generar molestias en pieles sensibles o con patologías.