El chalazión consiste en una pequeña protuberancia en el párpado, generada por un bloqueo de una glándula sebácea. Estas se ubican en el párpado, por detrás de las pestañas, y producen un líquido que tiene como función la lubricación del ojo.
Por lo general, un chalazión se desarrolla luego de un orzuelo interno. La consecuencia es que el párpado se torna sensible, hinchado, caliente y enrojecido, En ciertos casos, la glándula bloqueada que produce el orzuelo no drena, aunque la inflamación y el enrojecimiento ya no estén presente. La glándula causará la formación de un nódulo insensible y sólido en el párpado, denominado chalazión.
De esta forma, si no orzuelo interno no se cura y tampoco drena, puede transformarse en un chalazión. En contraste con un orzuelo, el chalazión, habitualmente, es indoloro. Un orzuelo con dolor y sensible – también denominado hordéolo- surge debido a una infección bacteriana, por lo general.
Los orzuelos se forman en la base de las pestañas, cuando un folículo (raíz de de las mismas) es afectado por una infección. De manera común, estas manifestaciones se llaman orzuelos externos. Un orzuelo también puede surgir cuando hay una infección en una de la glándulas sebáceas – denominadas glándulas de meibomio – en el interior o debajo del párpado.
Asimismo, el orzuelo se deriva de una inflamación generalizada de los párpados a causa de una blefaritis, condición que incide en los márgenes de los párpados.
Propensos a sufrir chalazión
Si bien cualquier persona puede sufrir un orzuelo o chalazión, la blefaritis incrementa las probabilidades. Además, las siguienes condiciones también aumenta el riesgo:
-
Haber tenido chalaziones u orzuelos anteriormente.
-
Sufrir enfermedades de la piel, como dermatitis seborreica o rosácea.
-
Terner otras condiciones médicas sistémicas, como diabetes.
-
No quitarse el maquillaje de los ojos completamente.
-
Utilizar cosméticos contaminados o vencidos.