Existe una serie de errores o malos hábitos que ponen en peligro tu salud visual. A continuación, te señalamos las acciones que debes evitar para conservar una buena vista.
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No usar anteojos de sol: La utilización de los lentes de sol es necesaria para la correcta protección de nuestros ojos, ya que la radiación ultravioleta puede generar pinguéculas, pterigio, cataratas, quemaduras corneales y otras afecciones. Los rayos UV tienen un efecto acumulativo, por lo que es aconsejable usar estos elementos en todas las edades.
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Dormir con lentes de contacto puestos: Si bien hay lentes especiales para dormir con estos, la mayor parte no lo son, por lo que pernoctar con estos significa que la córnea no tendrá el aporte de oxígeno requerido. Esto puede derivar en úlceras y edemas corneales. También puede haber riesgo de contaminación por bacterias o virus, si es que no se esterilizan a diario. Es importante almacenarlas todos los días, haciendo un uso correcto de las soluciones para su mantenimiento.
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Frotarse los ojos: Aunque se utilicen lentes de contacto o no, frotarse los ojos puede generar inconvenientes, especialmente si se hace con demasiada fuerza o con los nudillos. Esto puede causar una inflamación que se extiende, sobre todo si la manifestación es de tipo alérgica. Los gérmenes de las manos también pueden encontrar un medio perfecto para acumularse el la zona de los globos oculares. Lo idóneo es, en vez de frotar esta zona, colocar una gota de lágrima artificial para aliviar esta molestia.
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No asistir periódicamente a una consulta oftalmológica: La mayor parte de las personas asisten a un control oftalmológico solamente cuando advierten un problema visual o cuando sus lentes se deterioran o quiebran. No obstante, hay patologías que no asintomáticas que no consisten en problemas de graduación, que necesitan un diagnóstico temprano para no problemas visuales irreversibles.
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Observar pantallas electrónicas por tiempo prolongado: Nuestros ojos no están diseñados para llevar a cabo trabajos de visión cercana por demasiado tiempo, como en dispositivos móviles y computadores. Estar demasiado tiempo realizando estas tareas implica una alta exigencia de convergencia y acomodación, por lo que la fatiga surgirá antes. Un consejo simple es, después de 20 minutos de trabajo ante una patalla, se debe hacer una pausa por 20 segunfos enfocando con la vista un objeto lejano. De esta manera, se relaja la tensión acumulada.
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Poner lápiz delineador por la zona interna de los párpados: En el área interior de los párpados – base de las pestañas – se encuentran los orificio de salida de las glándulas de Meibomio, que son una capa relevante de la lágrima de los globos oculares. Al obstruir estas glándulas con el lápiz delineador de ojos, el maquillaje se mezcla con la lágrima, impidiendo la salida de la secreción lipídica que producen estas glándulas. Por otra parte, al usar lentes de contacto, el inconveniente será peor. Esta acción puede derivar en irritación visual, sequedad e infecciones. Los lápices de ojos más líquidos son los más nocivos, ya que pueden tener más cantidad de bacterias.
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Utilizar gotas oculares de manera habitual: Los colirios o gotas visuales vasoconstrictoras pueden ser nocivas si se usan mal, causando efectos secundarios dañinos, especialmente si se utilizan lentes de contacto. Sobre su aplicación correcta, es importante consultarle a un oftalmólogo.
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Usar gotas o productos caducados o abiertos luego del plazo de seguridad: Al adquirir productos como las soluciones de mantenimiento de lentes de contacto o gotas visuales, hay que cerciorarse de que no están caducadas, ya que esto podría traer serias consecuencias para la visión. Lo mismo aplica para las soluciones que llevan meses abiertas luego del plazo establecido para su uso.
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Conducir sin anteojos o con una graduación incorrecta: Alrededor del 90% de nuestra información sensorial al conducir llega por la visión. Por ende, es de suma importancia que los conductores con problemas refractivos tengan la graduación de sus lentes ajustada perfectamente.