El temor a las alturas es un problema que sufren muchas personas. Sin embargo, existen distintos tratamientos para superarlo.
Para muchas personas, las alturas pueden significar una de las fobias más comunes. Este temor se denomina acrofobia y no es una complicación menor, ya que puede causar náuseas, mareos y ataques de pánico.
Al momento de hablar de fobia, siempre relacionamos el concepto al miedo. Sin embargo, nos estamos refiriendo a un problema más severo, ya que se experimenta un extremo de esta sensación. Por este xa0motivo se sufren los malestares ya mencionados.
La acrofobia puede limitarnos en ciertas actividades durante nuestra jornada. Además, esta experiencia no es exclusiva de los humanos, ya que algunos mamíferos también sienten incomodidad al estar en alturas.
Causas de la acrofobia
Los expertos indican que las causas de este problema pueden ser hereditarias. Pero, además, también podría generarse por falta de capacidad de mantener el equilibrio o luego de alguna situación traumática. El incidente que produjo la acrofobia origina un estado de alerta permanente en la persona, con la finalidad de evitar algún accidente. De esta manera, el paciente vive constantemente nervioso.
Tratamiento para la acrofobia
Como la mayor parte de las fobias, esta complicación se trata con diversas terapias. Una de ellas es la denominada “etapas de altura”, que puede contribuir a desensibilizar al paciente de forma gradualxa0 hasta que se acostumbre a permanecer en lugares altos. En algunas ocasiones, fármacos como antidepresivos o tranquilizantes son efectivos en las primeras fases del tratamiento. No obstante, no son necesarios a largo plazo.
Otros tipos de tratamiento utilizados para combatir la acrofobia son técnicas de relajación, como el yoga.
Por último, cuando hay que enfrentar alguna altura imponente y aparecen manifestaciones de vértigo, se aconseja respirar profundo para relajarse e intentar mantener la calma, por más complicado que parezca. Nunca se debe obligar a la persona a afrontar directamente la causa xa0xa0xa0xa0xa0xa0xa0xa0xa0xa0xa0 que produce la fobia. Tampoco se recomienda desafiarla a mirar al vacío con el argumento de que así será “más valiente”, ya que el estímulo que genera el problema puede crear una ansiedad considerablemente mayor a la que se produce en otras ocasiones.