El consumo de gotas oculares puede traer graves consecuencias para la salud de los niños, por lo que se deben tomar ciertas precauciones para evitar estos accidentes.
Es común que los niños sean bastante activos y curiosos, teniendo hábitos como llevarse cualquier elemento a la boca. El problema se presenta cuando los menores ingieren algún medicamento. Los fármacos que se venden sin receta y que parecen inofensivos, como las gotas oculares, pueden producir graves consecuencias para la salud si son consumidos por vía oral.
Así como los medicamentos de distintos colores pueden ser atractivos para los niños, quienes creen que son golosinas, las botellas pequeñas que se utilizan para tratamientos oculares también pueden representar un objeto de diversión para ellos.
Consecuencias de tragar gotas oculares
Las consecuencias de la ingesta de las gotas para los ojos pueden ser graves para los infantes. Tragar escasos 1 o 2 mililitros de estos colirios que contengan un fármaco denominado imidazolina (como nafazolina, oximetazolina o etrahidrozolina) puede causar una hospitalización. Se debe considerar que una cuchara de té contiene cerca de 5 mililitros, para tener una idea de lo peligroso de estas gotas.
Los principales síntomas son náuseas, vómitos, taquicardia, hipertensiónm, hipotermia, somnolencia e, incluso, hasta coma.
Investigación sobre el tema
Entre 1985 y 2013, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos detectó 96 casos de menores entre 1 y 5 años que consumieron este tipo de remedios. Aunque no hubo ningún deceso, más del 50% de los intoxicados tuvieron que ser hospitalizados debido a los síntomas que sufrieron.
Recomendaciones para evitar intoxicación por gotas para ojos
Por estos motivos, es de suma importancia tomar ciertas precauciones para evitar la ingesta accidental de estos fármacos por parte de los niños. Todos los medicamentos deben guardarse en un lugar alto, donde los pequeños no puedan alcanzarlos ni tampoco verlos. Incluso, hasta las vitaminas puedenxa0 ser un perjuicio para la salud si se administran de forma incorrecta.
Por ende, estos productos nunca deben quedar sobre la mesa de la cocina, en el comedor y menos al lado de la cama de un menor enfermo. Existen envases que poseen tapa de seguridad. Ésta debe ser girada hasta que se escuche un “clic”, o hasta que ya no pueda rotarse más.
Por último, hay que evitar consumir medicamentos frente a los niños, ya que les gusta imitar las conductas de los adultos.