Científicos han descubierto que mirar la fotografía de un ser amado influye en la actividad en las áreas de procesamiento del dolor en el cerebro. Y lo hace en el mismo grado que el paracetamol o los narcóticos como la cocaína.
Según la teoría dexa0Arthur Aron, profesor de psicología en la Universidad de New York, las áreas del cerebro activadas por el amor intenso son las mismas áreas sobre las que actúan los fármacos para reducir el dolor.
Su estudio consistió en que 15 estudiantes llevaran fotos de sus parejas, y fotos de un conocido no tan querido, pero igualmente atractivo. Los investigadores pasaron las fotos ante los sujetos, mientras calentaban un estimulador térmico controlado por ordenador en la palma de su mano, para causar un dolor leve.
En ese momento, con una máquina de resonancia magnética sus cerebros fueron escaneados. Así, comprobó que la mirada de un ser amado redujo el dolor ente un 36 y un 44 por ciento.
Uno de los lugares claves para la analgesia inducida por el amor es el núcleo “accumbens”, un grupo de neuronas del encéfalo que actúan como centro de recompensa clave en la adicción a los opiáceos, la cocaína y otras drogas peligrosas de uso y abuso. Es la región que le dice al cerebro que realmente necesita tomar otra dosis para sentirse bien.
Esta similitud de actuación confirma la teoría de quexa0es posible aliviar el dolor sin acudir a los narcóticosxa0o a los medicamentos, borrando de un plumazo los efectos secundarios de estos fármacos y adicciones. Y todo graciasxa0al amor, cuya “química”xa0es igual de poderosa que la de la droga más dura.
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13 sujetos fueron reclutados para dejarse aplicar descargas eléctricas pequeñas, las cuales causaban reacciones con movimientos súbitos e involuntarios de la rodilla, que pudieron ser medidos.
Durante el proceso, a los sujetos se les mostró una sucesión de imágenes agradables, desagradables o neutrales. La reacción del cerebro fue medida simultáneamente en los participantes a través de resonancia magnética funcional por imágenes.
Los investigadores encontraron que ver fotografías desagradables propiciaba un dolor más fuerte en los sujetos que sufrían las descargas eléctricas que el mirar imágenes agradables.
El descubrimiento aporta evidencias científicas de que el dolor está también gobernado por el estado de ánimo.xa0Mathieu Roy, autor principal del estudio afirma: “Nuestros experimentos han revelado cuándo el dolor es percibido por nuestro cerebro, y cómo ese dolor puede ser amplificado cuando se combina con emociones negativas”.