La exposición a rayos solares, polvo y viento, junto con la herencia, son factores detonantes del pterigión, afección oftalmológica, conocida como carnosidad que puede invadir el campo visual dañando inclusive la córnea.
Que es un pterigión
Un pterigión es un crecimiento benigno anormal de la conjuntiva (tejido superpuesto alrededor del ojo) que a menudo se desarrolla sobre la córnea desde la conjuntiva del lado interno del ojo, aunque también puede presentarse en la superficie externa de la córnea. Crece en promedio un milímetro por año, de ahí que cuando un paciente se presenta con una carnosidad muy extensa y que además invade el campo visual, es por que la dejo estar durante mucho tiempo sin un tratamiento adecuado.
Esto último suele ocurrir en adultos mayores que no dan importancia al pterigión facilitando su avance y si a esto se suma el deterioro visual propio de la edad, tras una cirugía para retirar la carnosidad, quedan con limitaciones muy importantes en su visión.
Entre los factores de riesgo se pueden mencionar la exposición en áreas soleadas, polvorientas, arenosas o de mucho viento.
Como saber si presento esta afección
La formación de la carnosidad, junto a una sensación de cuerpo extraño al interior del ojo y eventualmente dolor y enrojecimiento, son datos que deben tomarse en cuenta y acudir al médico para que sea él quien prescriba el tratamiento
El diagnóstico se confirma con un examen físico de los ojos y párpados y por lo general no se requieren exámenes especiales.
Medidas de prevención
Utilizar lentes para proteger los ojos; también es importante no automedicarse, ya que la gente tiende a aplicarse gotas oftalmológicas para reducir el enrojecimiento de los ojos, lo que puede resultar contraproducente pues muchas de estas fórmulas contienen esteroides.
Una visita anual con el oftalmólogo, es muy útil para captar ésta u otras afecciones de manera oportuna reduciendo así el riesgo de que el mal avance y con ello las personas puedan perder su capacidad visual de manera temprana.