Para un especialista entrenado, los ojos pueden incluso decir mucho más: no solamente mostrarán síntomas de condiciones que los afectan directamente, comoxa0el glaucoma oxa0las cataratas, también pueden mostrar señales relacionadas con algún otro trastorno de salud, comoxa0la diabetesoxa0problemas en el corazón.
Pero esto no es lo único. Los ojos pueden permitir ver otras enfermedades sistémicas (de otras partes del cuerpo), como aneurismas,xa0el VIH, el cáncer y otros problemas hereditarios. Por eso es importante hacerse controles periódicos de la visión, sobre todo después de los 40 años de edad (o antes, si en tus antecedentes familiares hay miembros que tienen o han tenido problemas en la vista).
Las visitas periódicas con los especialistas que se ocupan de la salud de los ojos (oftalmólogos u oculistas), permitirán detectar las señales que delatan este tipo de trastornos, y que solamente ellos saben interpretar. Pero hay otras señales en los ojos que son visibles para todos. Por ejemplo, presta atención a los siguientes síntomas que pueden alertarte a un problema de salud:
•xa0Ojos amarillos: algunas enfermedades del hígado, incluida la hepatitis y la cirrosis, pueden hacer que la parte blanca de los ojos tome este color.
•xa0Ojos saltones: puede ser una cuestión de rasgos familiares pero, muchas veces, indican que la glándula tiroidea (o la tiroides) está funcionando mal. Eso hace que los tejidos que rodean el ojo se hinchen y le den un aspecto abultado o sobresaliente.
•xa0Ojos enrojecidos: hay vasos sanguíneos diminutos que recorren los ojos, por eso a veces pueden provocarse derrames que contrastan con el blanco que rodea al iris (lo que se ve azul, verde, gris, café o marrón). En la mayoría de los casos, esto no tiene una causa obvia, pero en algunas ocasiones puede indicar presión alta o problemas en la coagulación de la sangre.
•xa0Ojos de diferentes colores o heterocromia. En general es una condición que se hereda, pero a veces puede estar relacionada con alguna lesión en los ojos, hemorragia (sangrado) o la presencia de un cuerpo extraño. También puede estar relacionada con otras condiciones como el glaucoma, el síndrome de Waardenberg (que es un defecto de nacimiento) o la neurofibromatosis.
•xa0Párpados caídos o ptosis: en general se trata de un signo del paso del tiempo y el envejecimiento natural de las personas pero, en algunos casos aislados, puede indicar la presencia de un tumor cerebral o una enfermedad neuromuscular conocida comoxa0miastenia grave, que interfiere con los mensajes que los nervios envían a los músculos.
•xa0Irregularidades de las pupilas: en general, la parte negra de los ojos es del mismo tamaño en ambos ojos y reaccionan de manera similar ante la exposición a la luz. Cuando reaccionan de manera diferente, pueden indicar distintos problemas, entre los cuales se destacan problemas del corazón, un tumor en el cerebro o en el nervio óptico, un aneurisma cerebral (un ensanchamiento o dilatación de la pared de una arteria del cerebro),xa0sífilis (una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria)xa0yxa0esclerosis múltiple (una enfermedad del sistema nervioso que afecta al cerebro y a la médula espinal).
Y la lista podría continuar. Ten en cuenta que los niños también pueden tener señales en los ojos que indiquen la presencia de otros problemas de salud. Estos pueden ser:
•xa0Ojo turbio o un ojo más grande que otro: si un bebé o un niño tiene un ojo (de hecho, la córnea) más grande que la otra puede ser una señal de glaucoma congénito. Un reflejo blanco en la pupila puede indicar una catarata congénita, un tumor dentro del ojo (que se conoce como retinoblastoma), o una infección por parásitos.
•xa0Ojo cruzado o perezoso (ambliopía): es una condición que se puede corregir a tiempo, pero también puede deberse a un tumor dentro del ojo o a un problema neurológico.xa0 Lleva al niño al especialista para que determine la causa correcta y se pueda tratar.
De nuevo, si notas algo extraño en el color, el brillo o la forma del ojo de tu hijo, no dejes de consultar con un especialista.
En el caso de los adultos: si tienes 40 años de edad o más o si algún miembro en tu familia sufre o ha sufrido problemas en la vista, no dejes de ir a consultas periódicas con el oftalmólogo, para que te examine y para que pueda orientarte sobre el cuidado de tus ojos. Así podrá detectar cualquier condición, antes de que se complique sea más difícil de solucionar.