Es la técnica más empleada, ya que bien indicada y ejecutada, es capaz de eliminar con una precisión de casi el 100% las dioptrías, sin casi riesgos serios para la visión (puede corregir desde casos de baja graduación hasta problemas de 15 ó 20 dioptrías).
No todos los defectos refractivos pueden ser tratados con el láser excímer, ya que si se aplica mal esta técnica, la mala visión resultante está asegurada. Incluso aunque el paciente esté contento con el resultado, no se puede predecir el futuro que le espera a su ojo, pudiendo aparecer años más tarde serios problemas.
El lasik consiste en cortar gracias a la acción de un bisturí especial la capa superior de la córnea y después con el Excimer Láser, el cirujano moldeará la córnea para dejarla sin defectos.
Es una operación quirúrgica sobre tejido vivo, por lo que aunque sea una de las más seguras y fiables siempre existen riesgos.