Cuando se ha producido la pérdida del globo ocular se plantean dos opciones, o tapar el ojo, o colocar una prótesis ocular. Todos conocemos o imaginamos lo que es una prótesis esférica y normal de ojo. Sin embargo, cuando la pérdida no ha alcanzado a los músculos encargados de los movimientos del ojo es posible realizar una técnica cuyos resultados pueden hacer difícil diferenciar cuál de los dos es el ojo sano. Esto se consigue mediante la combinación de dos prótesis. La interna, plástica, se encuentra envuelta en los músculos que mueven al ojo y presenta una superficie plana colocada hacia delante.
Sobre ésta superficie se apoya una segunda prótesis, también plana por la parte posterior, fabricada en cerámica, y que , dependiendo de la calidad artística del artesano, puede alcanzar niveles increíbles de perfección, imitando los colores y características del ojo normal.
En condiciones normales los ojos se mueven al mismo tiempo y en la misma dirección. En el caso que nos referimos, los músculos que persisten y rodean a la prótesis interna (intracapsular) también lo harán, y simultáneamente provocarán el desplazamiento de la prótesis de cerámica. Los dos ojos se mueven, pero uno no ve.